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Mostrando entradas de febrero, 2022

Escribiendo en prosa poética 52 retos de escritura #semana 4

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 No estoy muy segura de si lo he echo bien o mal. Me ha resultado un reto en toda regla, así que espero que os guste porque cariño lleva mucho. Escribiendo en prosa poética: Una luna llena brilla en el cielo sin rastro alguno de nubes tras las que esconderse. Falta poco para el amanecer. El cantar de los pájaros me avisa de su proximidad. Una ráfaga de viento helador agita mi pelo provocándome un escalofrío. A lo lejos el maullido de un gato llega a mis oídos rebotando en las paredes de la calle. Mis pasos resuenan en las baldosas. Es hora de irse a casa. La noche llega a su fin dejando tras de sí los sonidos que la envuelven. Afuera quedan las sombras cuando se cierra la puerta tras de mi.  Lentamente el vestido se desliza por mis hombros. Cae al suelo acariciándome en su viaje. Me bajo de los tacones y mis pies descansan en la mullida alfombra. De puntillas me acerco a la habitación.  Desde la puerta le veo dormir.  Aun le quedan unos minutos para que su día empiece. No quiero desper

52 retos de escritura #semana 3 mamlambo

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  Nunca me habían interesado los cuentos de fantasmas ni las criaturas que no pudiera ver ni entender pero todo cambio cuando vi el cadáver de aquel hombre medio podrido junto al pantano. Llevaba poco en ClanWilliams, apenas una semana. Me habían destinado precisamente a esta ciudad desde Ciudad de Cabo por la aparición de varios cadáveres en las mismas circunstancias. A escasas dos horas y media de distancia.  Yo como investigador de crímenes en una ciudad tan grande había visto muchas cosas, pero nada me había preparado para ver un cadáver tan desfigurado y en tan mal estado. Los profundos arañazos que se apreciaban en el cuello habían arrastrado la mitad inferior de la cara dejando al descubierto parte del hueso de la mandíbula y había desaparecido la carne en torno a su nariz. Las cuencas de los ojos estaban infestadas de gusanos blancos y pequeños devorando cada parte blanda de carne que aun se mantenía intacta. De la cabeza aun se conservaban algunos mechones dispersos unidos a c

52 retos de escritura #semana 2 Los elementos

  El sol calentaba con fuerza quemándoles las cabezas aquella tarde de Agosto. Como todos los días y sin mucho que hacer en el pueblo, Ámbar, Eguzkiñe, Elena y Laia estaban tumbadas sobre la hierba en el descampado delante de la iglesia. Ese verano era el más caluroso que se recordaba en años provocando una sequía que ni el río, siempre caudaloso, llevaba agua ese año. Pasaban las horas tumbadas charlando o liando alguna trastada por los jardines de los vecinos que a esas horas solían estar todos resguardados del sol en los interiores de sus casas.  Con edades comprendidas entre los 10 y los 14 años se limitaban a pasar el verano de trastada en trastada. -Oye ¿sabéis que día es hoy?- Preguntó Ámbar mirando hacía la iglesia.  -Pues jueves creo. ¿Por qué lo preguntas?- Contesto Elena mientras dibujaba la forma de la nube con los dedos al aire. -Estaba pensando que hoy no habrá nadie dentro de la iglesia. Podríamos entrar. Las tres se incorporaron lentamente mirando primero hacia Ámbar y

52 retos de escritura. Semana #1 Cartas desde el mañana

Me había quedado dormida en el sofá cuando un golpe seco en la puerta de mi apartamento me despertó sobresaltada. La copa de vino que tenía en la mano antes de quedarme dormida se había caído sobre la alfombra. No es que me importaba, a estas alturas de mi vida poco me importaba ya. Me giré hacia la puerta maldiciendo para mis adentros que alguien hubiera interrumpido mi siesta. Últimamente mi rutina era levantarme de la cama a las dos de la tarde para comer unos macarrones de sobre junto con media botella de vino sentada en el sofá y a continuación una buena siesta mientras alguna novela turca me arrullaba con sus dramas. Por eso el echo de que me hubieran interrumpido no me sentaba nada bien.  Al girarme me di cuenta que alguien había echo pasar un sobre bajo la puerta de casa. Me levante y abrí la puerta, pero no había nadie en el rellano ni se veía a nadie por el hueco de las escaleras. Cerré de nuevo y me agache a recoger el sobre. No tenía remitente, solo mi nombre pintado con un

mi primera entrada

 Dicen que de los errores se aprende, que de hacerlo mal una y otra vez mejoras, que de tropezar y caer te levantas con nuevas experiencias y una lección bien aprendida para no volver a caer. Y eso es precisamente lo que quiero conseguir con este blog. Quiero equivocarme, cometer errores, caerme y con las rodillas raspadas levantarme otra vez habiendo aprendido la lección. Tengo claro cual es el final que quiero conseguir y la meta me esta esperando. Voy a poner todas mis energías en este blog y en ese final, y espero que este aprendizaje me sirva para crecer como persona. Para, sobre todo, sentirme capaz de hacer algo que llevo muchos años queriendo hacer, escribir, para quien me quiera leer, para aprender, y para mi, solo por y para mi. Os dejo uno de los primeros textos que escribí. Un breve relato de esos que escribes cuando por fin tomas la decisión de sentarte a hacerlo. La calidad no será la mejor pero me siento orgullosa de él.  Porque me demostré a mi misma que podía escribir.